24.12.14

El misterio de la Navidad


10.12.14

"Torah Godly Play"

El rabino Dr. Michael Shire demostrando una de las
lecciones de Torah Godly Play
Desde su creación en Estados Unidos durante la década de los 70, Godly Play® no solo se ha extendido a muchos países y diversas denominaciones cristianas, sino también a otras religiones. Actualmente una adaptación del método se usa en el contexto judío, llamada "Torah Godly Play".

A principios de este año, la web de la Fundación Godly Play informó del gran interés mostrado por varias publicaciones e instituciones judías en el tipo de educación religiosa representada por Godly Play. En enero, la publicación trimestral de la Conferencia Central de Rabinos Norteamericanos, The Reform Jewish Quarterly, dedicó el número entero al tema de "la enseñanza sagrada y el aprendizaje espiritual", incluyendo un artículo de Jerome W. Berryman, el fundador de Godly Play.

Los editores de ese número especial de la revista son dos rabinos, estrechamente vinculados con la dirección espiritual de los niños a través de la narración de historias.

El rabino Dr Michael Shire
El primero es el Dr. Michael Shire, decano de The Shoolman Graduate School of Jewish Education, una división de Hebrew College en Boston, EE.UU., que prepara a graduados universitarios a ser educadores en escuelas y sinagogas de todas las ramas del judaísmo en Norteamérica y otras partes del mundo.

Jerome Berryman ha estado trabajando con Michael Shire en el desarrollo de "Torah Godly Play", con el propósito de facilitar el aprendizaje espiritual en el contexto judío.

El rabino Shire explica el propósito de Torah Godly Play en los siguientes términos:
Godly Play es un enfoque innovador respecto a la educación religiosa que no busca tanto contar historias de fe con el fin de "conocerlas", como la práctica espiritual de encontrar el significado, la identidad personal y Dios a través de la narración y la escucha activa. El ideal pedagógico de este enfoque es que, desde la más temprana edad, los niños sean invitados a experimentar y llegar a ser cada vez más conscientes de la llamada espiritual dentro de las historias sagradas y también de su propia respuesta profunda como algo natural proporcionada por la narrativa religiosa.
Godly Play ha sido desarrollado durante tres décadas en los Estados Unidos por Jerome Berryman, un teólogo y educador cristiano. Sin embargo, su respeto y atención a la espiritualidad de la infancia y la importancia de las narraciones para sostener y desarrollarla a través de su estilo inusualmente contemplativo y juguetón, aborda las preocupaciones comunes a judíos y cristianos (...)
Termina diciendo lo siguiente:
Se han publicado guiones sobre lecciones de la Torá y Nevi'im, y hay un programa de formación internacional para los participantes, organizado regionalmente. Hebrew College actualmente dirige una comunidad de práctica para los usuarios de Godly Play. 
Hebrew College da seminarios de capacitación para Torah Godly Play en Boston y Nueva York. También ofrece recursos y consultas a sinagogas y escuelas que buscan establecer salas y programas de Torah Godly Play. Además, se está desarrollando y adaptando un plan de estudios para esta versión especial del método programado para este curso 2014-2015.

La rabina Sandy Eisenberg Sasso
La coeditora del número especial de The Reform Jewish Quarterly ha sido Sandy Eisenberg Sasso. Aparte de ser autora de numerosos libros para niños y adultos, algunos de los cuales han sido traducidos al español, Eisenberg Sasso fue la primera mujer rabina de la rama reconstruccionista del judaísmo en EE.UU.* Actualmente es la emérita rabina principal de la Congregación Beth-El Zedeck en Indianápolis, donde ha ministrado con su marido, el rabino Dennis Sasso, desde 1977.

Recientemente, la revista cristiana Faith & Leadership (Fe y Liderazgo) ha publicado una entrevista con Sandy Eisenberg Sasso, cuyas respuestas revelan su cercanía a métodos como Godly Play. A continuación reproducimos unos fragmentos de la entrevista:
¿Cuál es el valor de contar historias en la educación religiosa, especialmente en la que se dirige a los niños?

Creo que la cosa que se encuentra más cercana a la experiencia religiosa es la historia en sí. En primer lugar hay una experiencia espiritual o religiosa. Luego, lo que sucede después es que se cuenta una historia sobre ella con el fin de sostener esa experiencia en una especie de contenedor que puede transmitirse de generación en generación y que puede ser compartido en comunidad.

La rabina Eisenberg Sasso en su sinagoga
Luego, esa historia se convierte, en muchos casos, en ritual y liturgia. Se trata entonces de la experiencia ritualizada. Por ejemplo, en el judaísmo, primero hubo la experiencia del Éxodo. A continuación, se contó un relato sobre esa experiencia, y luego tenemos un Seder de la Pascua que se convierte en parte de una tradición ritual, y finalmente, reflexionamos sobre esa tradición, lo cual es teología.

De modo que la teología está en el punto más lejano de la experiencia. Eso no quiere decir que la teología no tenga importancia. Claro que sí la tiene. Sin embargo, se encuentra más lejos de la experiencia original.

Las narraciones, en cambio, intentan captar los sentimientos, la emoción y el poder del momento de aquella experiencia.
La obra de usted nos habla de un cierto tipo de respeto hacia los niños. ¿Podría elaborar sobre ello?

Creo que los niños luchan con las grandes preguntas de la vida, y a menudo no les damos crédito de ello. Damos por hecho que no son capaces de participar en conversaciones que supuestamente son demasiado filosóficas y abstractas para ellos. No creo que ese sea el caso.
Lo que no tienen es el lenguaje. Es nuestra obligación, como educadores, adultos y ministros religiosos, proporcionarles el lenguaje apropiado. En mi opinión, ese lenguaje es la historia narrada, por lo tanto a través de los relatos, los niños son capaces de hacer frente a estas cuestiones teológicas más grandes.
En muchos sentidos, los adultos también pueden comprender mejor y enfrentarse a esas inquietudes a través de las narraciones. No puedo escribir para los niños si realmente no entiendo el concepto. Muchas veces es más difícil porque creo que nos escondemos detrás del lenguaje filosófico.

No escribo para proporcionarles respuestas. Realmente no siento que debo predicarles, sino contarles una historia. Soy una contadora de historias.

Cada niño desarrollará su relación personal con la historia en función de sus experiencias y donde se encuentre en ese momento de su vida. Muchas veces cuando contamos historias, queremos decirle a la gente lo que esa historia significa. Lo que significa la historia para nosotros, no lo que quiere decir para los demás. Cuando le pregunto a los oyentes dónde se encuentran ellos en el relato, las respuestas son increíbles… y así aprendo algo sobre la historia que no sabía antes.

Cuando hablo de la religión y las narraciones, a menudo los niños me preguntan: "¿Es esa historia verdadera? ¿Realmente sucedió?" Hago una distinción entre historias verdaderas e historias acerca de la verdad.

Y les contesto que algunas de las historias pueden no ser verdaderas en el sentido de poder documentar si en realidad esos acontecimientos sucedieron o si esas personas vivían, pero son historias acerca de la verdad que nos enseñan algo importante sobre la naturaleza humana y el mundo.

Los niños son realmente capaces de hacer frente a eso, ¿sabes? He visto que cuando hablo con los niños, dicen, "Ah, vale, lo entiendo." Pero cuando se hacen mayores, muchas de esas historias les parecen demasiado infantiles.

Quiero darles unos relatos capaces de crecer con los niños. Creo que tiene algo que ver con aquellos niños que dejan a veces una tradición determinada, debido a que en realidad no hemos sabido dirigirnos a ellos con seriedad, y no hemos logrado a comprender de manera más profunda temas como la fe y la conexión, o la comunidad y el sentido.
Otra entrevista con Sandy Eisenberg Sasso puede encontrarse aquí.

En su editorial e introducción al número especial de The Reform Jewish Quarterly, los rabinos Shire y Eisenberg Sasso escriben: «Hemos sido bendecidos por las maravillosas y creativas contribuciones de nuestros colegas educadores y clérigos, entre ellos el reverendo Jerome Berryman, cuyo trabajo pionero en la espiritualidad y los niños [es decir, Godly Play], y en la teología de la infancia, ha influido en nuestra reflexión sobre la pedagogía espiritual judía

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Ha habido mujeres rabinas desde el siglo XVII, como Asenath Barzani. En tiempos más modernos, la primera mujer ordenada como rabina fue Regina Jonas, en Alemania en 1935, y la segunda rabina en ese país –la primera desde el holocausto– fue la ucraniana Alina Treiger en 2010. En Estados Unidos, las distintas ramas del judaísmo han aceptado mujeres rabinas en distintos años: Sally Priesand fue la primera del Judaísmo Reformista en 1972; Sandy Eisenberg Sasso, la primera del Judaísmo Reconstruccionista en 1974; AmyEilberg, la primera del Judaísmo conservador en 1985; Lynn Gottlieb, la primera del Judaísmo Renovado en 1981; y Tamara Kolton, la primera rabina del Judaísmo Humanista en 1999. Para una breve explicación testimonial del papel de la mujer en las diferentes ramas del judaísmo moderno, se puede consultar el artículo de Graciela Sribman de Grynberg: ‘La mujer en el judaísmo’, en Criterio, nº 2308, Septiembre 2005. Sribman de Grynberg es una mujer rabina del movimiento conservador en Argentina.


3.12.14

"Vivir las preguntas" - Rilke

Seguimos con algunos consejos más sobre el arte de dirigir el tiempo de reflexión con el círculo de niños en una sesión de Godly Play.

Como mentores espirituales de los pequeños, nunca debemos tratar de acelerar el proceso arreándoles como ovejas hacia metas ya predefinidas y predeterminadas, y menos aún hacia nuestras propias conclusiones preconcebidas.

El mentor espiritual debe tener mucha paciencia al plantear las preguntas, y confiar plenamente en el proceso y en la presencia misteriosa de Dios que acompaña continuamente al niño.

En Godly Play procuramos crear un espacio seguro en el cual hay un clima de confianza y libertad. Antes de acostumbrarse bien al método, a veces los niños responden rápidamente a las preguntas y hablan sin pensar. Sus aportaciones entonces son fáciles de prever y suelen reflejar su percepción de lo "correcto" y "aceptable". En estos casos, podría ser apropiado, por parte del facilitador de este tiempo de reflexión, repetir o parafrasear la pregunta con el propósito de desafiar los estereotipos o las "respuestas fáciles". A veces es necesario introducir unos segundos de silencio después de replantear una pregunta. Sin embargo, nunca debemos forzar la respuesta del niño, sino permitir que "viva las preguntas".

Así lo expresa Rainer Maria Rilke en el siguiente poema:

Sé paciente con todo lo que aún 
no está resuelto en tu corazón… 
Trata de amar tus propias dudas… 
No busques las respuestas 
que no se pueden dar, 
porque no serías capaz de soportarlas. 
Lo importante es 
vivirlo todo. 
Vive ahora las preguntas. 
Tal vez así, 
poco a poco, 
sin darte cuenta, 
puedas algún día 
vivir las respuestas.

2.12.14

"Sic et Non"... el arte de reflexionar

El logotipo oficial de Godly Play® se compone de dos frases en inglés prácticamente imposibles de traducir adecuadamente al castellano, por lo menos en el sentido literal: "Godly Play" y "I wonder". Tanto el término "play" como "wonder" podrían ser sustantivos (obra de teatro, juego, en el primer caso; asombro, maravilla o admiración, en el segundo) o verbos (representar una obra, hacer un papel, jugar, o tocar un instrumento musical; maravillarse, preguntarse, expresar admiración...).

La combinación de las frases indica un gran misterio: la maravilla de que el Creador del juego inocente, como parte de su buena creación, ahora nos invita a jugar a su lado. La Sabiduría de Dios «tiene sus delicias con los hijos de los hombres» y juega con nosotros en el sentido más positivo y (re)creativo (Proverbios 8:30-31). Ese misterio debe ser causa de un gran asombro y admiración por nuestra parte. La curiosidad natural que tiene cada niño y niña también forma parte de ese juego divino.

Uno de los elementos característicos del método de Godly Play® es el tiempo de reflexión en grupo por medio de una serie de preguntas abiertas ("wondering"), que tiene lugar inmediatamente después de la presentación de los relatos bíblicos (sagrada historia), o de otras presentaciones como las parábolas o las lecciones de "acción litúrgica". En vez de hacer el papel de profesor, el narrador ahora funciona más bien como un director (o guía) espiritual de los niños. 

Estas preguntas no tienen el propósito de comprobar la comprensión o no de los alumnos con respecto al significado factual de la historia a nivel cognitivo. (¿Realmente importa, por ejemplo, cuántas piedras lisas recogió David del arroyo antes de matar a Goliat?) Y mucho menos son una especie de test. No hay respuestas únicas, correctas o equivocadas. En realidad, para ser auténtico, el narrador debe manifestar su propia capacidad de reflexionar, preguntándose de verdad si un elemento determinado de la historia podría significar eso o aquello. Su propio sentido de curiosidad y asombro debe ser vivo, intacto y genuino.

Para las historias sagradas:
«Me pregunto qué parte de esta historia os gusta más»
«Me pregunto qué parte será la más importante»
«¿Y dónde te encuentras tú en esta historia? ¿O qué parte tal vez está en ti?» (En silencio: «Hmm... solo tú puedes contestar esa pregunta. Me pregunto también qué tiene que ver conmigo.»)
«Me pregunto si podemos quitar algo de esa historia y seguir teniendo todo lo necesario»

Para las parábolas:
«¿Tendrán nombres esos pájaros? (¿Esas ovejas? ¿El sembrador?...)»
«Me pregunto qué podría ser en realidad esa perla (¿semilla? ¿levadura?...)»
«Y para vosotros, ¿dónde podría ser realmente todo ese lugar?»

Para las lecciones litúrgicas:
«Me pregunto si os habéis visto alguna vez una mesa como esta»
«¿Cuándo habéis tocado (visto, oído, sentido...) esto en la iglesia»

Incluso si hemos presenciado las mismas historias en muchas ocasiones, siempre habrá algo nuevo en ellas. Nuestras circunstancias personales habrán cambiado, quizás, de manera que esas preguntas nos impactan de una manera diferente. El guía mostrará una sensibilidad hacia los niños del círculo, respetando profundamente cada aportación que hagan... y también sus silencios.

«Hmm... sí, podría ser eso.» «¡Oh, qué interesante! ¡Podría ser eso también!»... Y tu sorpresa es auténtica porque nunca se te ha ocurrido antes enfocarlo de esa manera. Durante el tiempo de reflexión, los niños suelen sorprender a sus mentores con la originalidad de sus respuestas. Y así continúa el proceso de reflexión durante unos minutos más.

Quizá la más importante contribución a la filosofía y a la teología del pensador francés del siglo XII, Pedro Aberlardo, sea el método que desarrolló en su Sic et Non (Sí y No). Consistía en pasajes patrísticos ordenados "a favor" y "en contra" de opiniones teológicas, sin ningún intento de decidir si la opción afirmativa o negativa es la correcta u ortodoxaSon discusiones sobre afirmaciones y negaciones de la misma cosa, un método dialéctico, anticipación a la quaestio escolástica. De esta manera, Abelardo colocaba ante sus estudiantes las razones pro y contra, basándose en el principio de que la verdad se alcanza sólo por una discusión dialéctica de argumentos y autoridades aparentemente contradictorios. 
(http://ec.aciprensa.com/wiki/Pedro_Abelardo)

El sacerdote franciscano estadounidense, Richard Rohr, ha expresado aquí y aquí las siguiente reflexiones sobre este método dialéctico:
«El preguntarse con un sentido de maravilla (wondering) es una acción con al menos tres connotaciones:
  • Encontrarse en un estado de incredulidad,
  • Encontrarse dentro de la pregunta misma,
  • Encontrarse con asombro ante algo.
Hay que dejar que las tres "posiciones" permanezcan abiertas dentro de uno mismo. Esta es una muy buena manera de crecer espiritualmente, siempre y cuando la incredulidad se mueva más allá del mero escepticismo o de la negatividad.
Lo que el enfoque de Sic et Non te permite hacer, francamente, es ser a la vez no reaccionario y no rebelde. No tienes que probar nada o pretender que tu afirmación sea la última palabra sobre una cuestión determinada, cosa que el ego siempre quiere hacer. Más bien, solo tienes que pedir a otros que consideren tu opinión. 
Abelardo y Lombardo sentaron las bases de lo que hoy llamamos filosofía escolástica. Cuando este tipo de filosofía estaba en su mejor momento (en los siglos XII y XIII), el desarrollo de una idea procedía de lo que los grandes maestros llamaron la quaestio (en latín, "buscar"). Posiblemente, la palabra inglesa "quest" se derive de ese entendimiento. El planteamiento sistemático de preguntas abrió el camino de la reflexión y fomentó la curiosidad espiritual, extrayendo los pros y los contras de una cuestión. De esa manera, iba refinando las preguntas en lugar de buscar respuestas perfectas.
Por desgracia, en los siglos posteriores esta práctica degeneró a la necesidad de encontrar respuestas, y preferentemente las respuestas ciertas. Nos movimos de la acción de reflexionar (wondering) sobre las preguntas en sí a la necesidad imperiosa de responder a ellas, que no nos ha servido bien en absoluto. Esta necesidad de tener razón alcanzó su punto más bajo en lo que hoy llamamos fundamentalismo, el cual es una característica común en casi todas las religiones, así como en la mayor parte del discurso político actual.»
En Godly Play, tenemos la oportunidad de luchar contra estas actitudes fundamentalistas de raíz. Planteando preguntas alternativas y mostrando que dentro de la seguridad del círculo podemos discrepar los unos con los otros, y que es incluso sano cuestionar algunas certezas, así podemos guiar a los niños mediante el desarrollo de su curiosidad espiritual con el fin de que crezcan como personas auténticamente reflexivas.